Un niño con hepatitis puede ir a la escuela

Existen distintos tipos de hepatitis entre los cuales el más común es la hepatitis B, las distintas variantes de hepatitis tienen formas diferentes de transmisión, pero todas ellas suelen ser por lo general a través de la sangre de forma directa o indirecta de una persona infectada.

La hepatitis B es un virus que ataca con mucha violencia y tiene un considerable grado de mortalidad en muchos casos y principalmente cuando se tienen los cuidados necesarios se logra controlar sin mayor complicación, permitiendo que el niño se sienta en mejores condiciones, aun sin que el virus haya salido todavía de su cuerpo, es que la recuperación de una persona afectada por hepatitis B dura varios meses.

Este virus no se transmite a través del aire y eso baja el nivel de contagio, aunque por supuesto el riesgo empezará si después de jugar con otros niños, este niño se corta o termina sangrando y otro niño que este al lado entra en contacto con dicha sangre, el problema aumenta al tener en cuenta que la salivación también es otro método de contagio y este es el método más frecuente de transmisión de la hepatitis de un niño a otro.


¿Un niño con hepatitis debe ir a la escuela?

Solo se recomienda que un niño con hepatitis A regrese a su escuela tan pronto se sienta bien, en el caso de hepatitis B o C se sugiere que el niño no asista a la escuela, durante el tiempo que dure este contagio, a menos que después de un tratamiento o revisión de un pediatra el designe que en tal caso específico no existen grandes riesgos de contagio, por la fase en que se encuentre el virus.

Adicionalmente tampoco se recomienda que este niño se relacione con otros niños y no solo en la escuela, ya que mediante el juego los niños se exponen a un contacto mayor entre ellos.

A pesar de esto es necesario entender que el solo contacto físico de un niño a otro enfermo de hepatitis, no significara la transmisión de esta enfermedad, pero en recomendaciones generales se establece el tener el mayor cuidado posible, ya que la hepatitis es una enfermedad que puede evolucionar causando daño hepático, precisamente de ahí deriva el nombre.

Se recomienda que consulte a su médico la posibilidad de que el niño asista a clases, porque este periodo puede tardar de 1 mes a 3 meses.