Historia del reloj para niños de primaria

El reloj no es un invento para nada novedoso, aunque si se han realizado muchas modificaciones en su forma física y su composición, mejorando al mismo tiempo la exactitud de medida en el tiempo.

Los primeros relojes que existieron se conocen con el nombre de clepsidra (relojes de agua) tal y como se puede observar en la imagen, el reloj de agua consistía en pasar el agua por un agujero de un recipiente, hasta llegar a otro recipiente que la contenía, en Roma se le dio uso a este tipo de reloj para medir las oratorias o discursos que daban.

Reloj de agua

El reloj de sol también fue creado por los egipcios desde tiempos antiguos, este reloj consiste en la proyección de la sombra de un pilar delgado y alargado sobre una superficie marcada con horas, es bueno tener en cuenta que el concepto de horas y 24 horas en un día, también fue introducido por los egipcios.

Los egipcios dividieron el día en 2 grupos de 12 horas (estos son el día y la noche). El grupo del día estaba dividido en 1 hora para el amanecer, 10 horas de luz y 1 hora para el atardecer. Puesto que en la noche no podían usar relojes de sol para medir su tiempo se guiaban observando las estrellas, con un sistema de 36 constelaciones que llamaron Bakiu.

Reloj de sol

Posteriormente se crea el reloj de arena, aunque no se sabe con exactitud la época en que fue creado, si se conoce que hacia el siglo XIV se empieza a utilizar de forma frecuente el reloj de arena, su funcionamiento tiene el mismo principio que la clepsidra, pero en lugar de utilizar agua utiliza arena, una vez se llena el bulbo inferior el reloj de arena se puede voltear para que empiece a cronometrar el tiempo nuevamente, este reloj fue de manejo más sencillo y una mayor portabilidad.

El reloj de arena permite medir el tiempo aun durante la noche, mientras que el reloj solar tenía la desventaja de solo servir durante el día, aun así el reloj de arena tenía una exactitud variable, se retrasaba o adelantaba dependiendo de qué tan pronto se le diera la vuelta, el grado de humedad de la arena y la exactitud al momento de medir la cantidad de la misma que se introducía en el reloj cuando se estaba creando.

Reloj de arena

Creación de los relojes mecánicos:

Después de estos relojes y anterior a los relojes de bolsillo y pulsera que todavía se usan hoy en día, fueron creados grandes relojes mecánicos que se posicionaban en torres y campanarios, con el objetivo de que los ciudadanos pudiesen estar informados sobre la hora del día en la que se encontraban, así programar y administrar su tiempo con mayor eficacia.

Reloj en torre

Invención del reloj de bolsillo y de pulsera:

Los relojes de bolsillo fueron creados en Francia a mitad del siglo XV, al principio se fabricaban con forma cilíndrica pero posterior a esto se empezaron a fabricar en la provincia de Núremberg Alemania con una forma ovalada y por este motivo se les conocido por muchos años como huevos de Núremberg.

Reloj de pulsera

El reloj de pulsera mecánico como los que podemos conseguir hoy en día, se crearon gracias a los pilotos de aviación, ellos empezaron a atar el reloj con una correa a su pierna o brazo, puesto que los aviones no contaban con la instrumentación que cuenta en la actualidad, por este motivo era de mucha mayor importancia poder hacer cálculos como las horas de vuelo que disponen antes de que se acabe el combustible, posterior a esto las empresas fabricantes empezaron a crear nuevos diseños de relojes que contaban con una correa para ser amarrados al antebrazo.


Historia del reloj digital:

El reloj digital tuvo que esperar a ser creado hasta el año 1956, donde el fabricante suizo de relojes Josef Pallweber el cual creo un reloj semi-digital, que contenía una parte digital y algunas piezas móviles y hasta 1970 se creó el primer reloj digital con pantalla led.

En la actualidad podemos encontrar aplicaciones de relojes en los Smartphone y computadoras sin necesidad de contar con ninguna parte mecánica, definitivamente el uso del reloj se ha difundido tanto, que en la actualidad se produciría un caos global si todos los relojes dejasen de funcionar en un mismo día.